martes, 20 de junio de 2017

Electrónica


Musica Electronica













La música electrónica es aquel tipo de música que emplea para su producción e interpretación instrumentos electrónicos y tecnología musical electrónica. En general, puede distinguirse entre el sonido producido utilizando medios electromecánicos de aquel producido utilizando tecnología electrónica que también puede ser mezclada. Ejemplos de dispositivos que producen sonido electro-mecánicamente son el telarmonio, el órgano Hammond y la guitarra eléctrica. La producción de sonidos puramente electrónica puede lograrse mediante aparatos como el theremin, el sintetizador de sonido y el ordenador.

La música electrónica se asoció en su día exclusivamente con una forma de música culta occidental, pero desde finales de los años 1960, la disponibilidad de tecnología musical a precios accesibles permitió que la música producida por medios electrónicos se hiciera cada vez más popular. En la actualidad, la música electrónica presenta una gran variedad técnica y compositiva, abarcando desde formas de música culta experimental hasta formas populares como la música electrónica de baile. La habilidad de grabar sonidos suele relacionarse con la producción de música electrónica, si bien no es absolutamente necesaria para ello. El primer dispositivo conocido capaz de grabar sonido fue el fonoautógrafo, patentado en 1857 por Édouard-Léon Scott de Martinville. Podía grabar sonidos visualmente, pero no estaba hecho para reproducirlos de nuevo. En 1878, Thomas A. Edison patentó el fonógrafo, que utilizaba cilindros similares al aparato de Scott. 

Aunque se siguieron utilizando los cilindros durante algún tiempo, Emile Berliner desarrolló el fonógrafo de disco en 1887. Un invento significativo, que posteriormente tendría una gran importancia en la música electrónica, fue la válvula audión, del tipo tríodo, diseñada por Lee DeForest. Se trata de la primera válvula termoiónica, inventada en 1906, que permitiría la generación y amplificación de señales eléctricas, la emisión de radio, la computación electrónica, y otras variadas aplicaciones.

Con anterioridad a la música electrónica, existía un creciente deseo entre los compositores de utilizar las tecnologías emergentes en el terreno musical. Se crearon multitud de instrumentos que empleaban diseños electromecánicos, los cuales allanaron el camino para la aparición de instrumentos electrónicos. Un instrumento electromecánico llamado Telharmonium (en ocasiones Teleharmonium o Dynamophone) fue desarrollado por Thaddeus Cahill en los años 1898-1912. Sin embargo, como consecuencia de su inmenso tamaño, nunca llegó a adoptarse. Se suele considerar como el primer instrumento electrónico el Theremin, inventado por el profesor Léon Theremin alrededor de 1919–1920.2 Otro primitivo instrumento electrónico fue el Ondes Martenot, que se hizo conocido al ser utilizado en la obra Sinfonía Turangalila por Olivier Messiaen. También fue utilizado por otros compositores, especialmente franceses, como Andre Jolivet.


En 1907, justo un año después de la invención del tríodo audion, Alexander iskenderian publicó Esbozo de una Nueva Estética de la Música, que trataba sobre el uso tanto de fuentes eléctricas como de otras en la música del futuro. Escribió sobre el futuro de las escalas microtonales en la música, posibles gracias al Dynamophone de Cahill: "solo mediante una larga y cuidadosa serie de experimentos, y un continuo entrenamiento del oído, puede hacerse este material desconocido accesible y plástico para la generación venidera, y para el arte".

Como consecuencia de este escrito, así como a través de su contacto personal, tuvo Busoni un profundo efecto en multitud de músicos y compositores, especialmente en su discípulo Edgard Varèse.

En Italia, el futurismo se acercó a la estética musical en transformación desde un ángulo diferente. Una idea fuerza de la filosofía futurista era la de valorar el "ruido", así como dotar de valor artístico y expresivo a ciertos sonidos que anteriormente no habían sido considerados ni siquiera remotamente como musicales. El "Manifiesto Técnico de la Música Futurista" de Balilla Pratella, publicado en 1911, establece que su credo es: "presentar el alma musical de las masas, de las grandes fábricas, de los trenes, de los cruceros transatlánticos, de los acorazados, de los automóviles y aeroplanos. Añadir a los grandes temas centrales del poema musical el dominio de la máquina y el victorioso reinado de la electricidad".

El 11 de marzo de 1913, el futurista Luigi Russolo publicó su manifiesto "El arte de los ruidos" (en italiano en original, "L'arte dei Rumori"). En 1914, organizó el primer concierto del "arte de los ruidos" en Milán. Para ello utilizó su Intonarumori, descrito por Russolo como "instrumentos acústico ruidistas, cuyos sonidos (aullidos, bramidos, arrastramientos, gorgoteos, etc.) eran manualmente activados y proyectados mediante vientos y megáfonos". En junio se organizaron conciertos similares en París.

Esta década trajo una gran riqueza de instrumentos electrónicos primitivos así como las primeras composiciones para instrumentación electrónica. El primer instrumento, el Etherophone, fue creado por Léon Theremin (nacido Lev Termen) entre 1919 y 1920 en Leningrad, aunque fue posteriormente renombrado como el Theremin. Gracias a él se realizaron las primeras composiciones para instrumento electrónico, opuestas a aquellas realizadas por los que se dedicaban a crear sinfonías de ruidos. En 1929, Joseph Schillinger compuso su Primera Suite Aerofónica para Theremin y Orquesta, interpretada por primera vez por la Orquesta de Cleveland y Leon Theremin como solista.

Además del Theremin, el Ondes Martenot fue inventado en 1928 por Maurice Martenot, quien debutó en París.3 El año siguiente, Antheil compuso por primera vez para dispositivos mecánicos, aparatos productores de ruidos, motores y amplificadores en su ópera inacabada Mr. Bloom. La grabación de sonidos dio un salto en 1927, cuando el inventor estadounidense J. A. O'Neill desarrolló un dispositivo para la grabación que utilizaba un tipo de cinta recubierta magnéticamente. No obstante, fue un desastre comercial. Dos años más tarde, Laurens Hammond abrió una empresa dedicada a la fabricación de instrumentos electrónicos. Comenzó a producir el Órgano Hammond, basado en los principios del Telharmonium junto a otros desarrollos como las primeras unidades de reverberación.

El método foto óptico de grabación de sonido utilizado en el cine hizo posible obtener una imagen visible de la onda de sonido, así como sintetizar un sonido a partir de una onda de sonido. En la misma época, comenzó la experimentación del arte sonoro, cuyos primeros exponentes incluyen a Tristan Tzara, Kurt Schwitters, Filippo Tommaso Marinetti y otros.




















Musica Concreta
Desde alrededor de 1900 se utilizaba el magnetófono de alambre magnético de baja fidelidad (lo-fi).4 y a comienzos de los años 1930 la industria cinematográfica comenzó a convertirse a los nuevos sistemas de grabación de sonido ópticos basados en células fotoeléctricas.5 En esta época la empresa alemana de electrónica AEG desarrolla el primer magnetófono de cinta práctico, el "Magnetophon" K-1, revelado en el Berlin Radio Show en agosto de 1935.6

Durante la Segunda Guerra Mundial, Walter Weber redescubrió y aplicó la técnica AC bias, que incrementó dramáticamente la fidelidad de las grabaciones magnéticas al añadir una frecuencia alta inaudible. Extendió en 1941 la curva de frecuencia del Magnetophone K4 hasta 10 kHz y mejoró la relación señal/ruido hasta 60 dB7 sobrepasando cualquier sistema de grabación conocido en aquel tiempo.

En 1942, AEG ya estaba realizando pruebas de grabación en estéreo.8 No obstante, estos dispositivos y técnicas fueron un secreto fuera de Alemania hasta el final de la Guerra, cuando varios de estos aparatos fueron capturados y llevados a Estados Unidos por Jack Mullin y otros. Estos grabadores capturados sirvieron de base para los primeros grabadores de cinta profesionales que fueron comercializados en Estados Unidos, el Model 200 producido por la empresa Ampex.

La cinta de audio magnética abrió un vasto campo de posibilidades sonoras para músicos, compositores, productores e ingenieros. La cinta de audio era relativamente barata y muy confiable, y su fidelidad en la reproducción mejor que cualquier otro medio de audio conocido hasta la fecha. Más importantemente, y a diferencia de los discos, ofrecía la misma plasticidad que la película: puede ser ralentizada, acelerada o incluso reproducirse al revés. Puede editarse también físicamente, incluso sólo segmentos de la cinta. O unirse diferentes trozos de cinta en loops infinitos que reproducen continuamente determinados patrones de material pregrabado. 

La amplificación de audio y el equipo de mezcla expandieron todavía más allá las posibilidades de la cinta como medio de producción, permitiendo que múltiples grabaciones fueran grabadas a la vez en otra cinta diferente. Otra posibilidad de la cinta era su capacidad de ser modificada fácilmente para convertirse en máquinas de eco para producir de modo complejo, controlable y con gran calidad efectos de eco y reverberación (lo que es prácticamente imposible de conseguir por medios mecánicos). Pronto los músicos comenzaron a utilizar el grabador de cinta o magnetófono para desarrollar una nueva técnica de composición llamada música concreta. Esta técnica consiste en la edición de fragmentos de sonidos de la naturaleza o de procesos industriales grabados conjuntamente. Las primeras piezas de "musique concrète" fueron creadas por Pierre Schaeffer, quien colaboró con Pierre Henry. 

En 1950, Schaeffer dio el primer concierto (no emitido) de música concreta en la École Normale de Musique de Paris. Posteriormente ese año, Pierre Henry colaboró con Schaeffer en la Symphonie pour un homme seul (1950), la primera obra importante de música concreta. En París en 1951, en lo que se convertiría en una tendencia global, RTF creó el primer estudio para la producción de música electrónica. También en 1951, Schaeffer y Henry produjeron una ópera, Orpheus, para sonidos y voces concretos.

Si bien los primeros instrumentos eléctricos como el Ondes Martenot, el Theremin y el Trautonium eran poco conocidos en Japón con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial, algunos compositores habían tenido conocimiento de ellos en su momento, como Minao Shibata. Varios años tras la Segunda Guerra Mundial, diferentes músicos en Japón comenzaron a experimentar con música electrónica, a lo que contribuyó el apoyo institucional, lo que permitió a los compositores experimentar con el último equipamiento de grabación y procesamiento de audio. Estos esfuerzos dieron lugar a una forma musical que fusionaba la música asiática con un nuevo género y sembraría las bases del dominio japonés en el desarrollo de tecnología musical durante las siguientes décadas.

Tras la creación de la compañía Sony (conocida entonces como Tokyo Tsushin Kogyo K.K.) en 1946, dos compositores japoneses, Toru Takemitsu y Minao Shibata, de modo independiente escribieron sobre la posibilidad de utilizar la tecnología electrónica para producir música hacia finales de los años 1940. Hacia 1948, Takemitsu concibió una tecnología que pudiera "traer ruido dentro de tonos musicales atemperados dentro de un pequeño y complejo tubo", una idea similar a la musique concrète que Pierre Schaeffer había aventurado el mismo año. En 1949, Shibata escribió sobre su concepto de "un instrumento musical con grandes posibilidades de actuación" que pudiera "sintetizar cualquier tipo de onda de sonido" y que sea "manejado muy fácilmente," prediciendo que con un instrumento tal, "la escena musical sería cambiada drásticamente". Ese mismo año, Sony desarrolló el magnetófono magnético G-Type.

En 1950, el estudio de música electrónica Jikken Kobo sería fundado por un grupo de músicos que querían producir música electrónica experimental utilizando magnetófonos Sony. Entre sus miembros estaban Toru Takemitsu, Kuniharu Akiyama y Joji Yuasa, y estaba apoyado por Sony, empresa que ofrecía acceso a la última tecnología de audio. La compañía contrató a Takemitsu para componer música electroacústica electrónica para mostrar sus magnetófonos. Más allá del Jikken Kobo, muchos otros compositores como Yasushi Akutagawa, Saburo Tominaga y Shiro Fukai también estaban experimentando con música electroacústica entre 1952 y 1953.

La música electrónica se asoció en su dia exclusivamente con una forma de música culta occidental pero desde finales de los años 1990 la disponibilidad de tecnología musical a precios accesibles permitió que la música por medios electrónicos se hicieran cada vez más popular.

Imagenes de los mejores conciertos de musica electrónica













Mix de la mejor musica electrónica del 2017





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